Día 26, la austeridad

Hoy, queremos descubrir la alegría en la austeridad.
• La crisis actual nos deja, quizá como único dato positivo, la constatación de que el consumo desmedido no es sostenible.
• No solo ha quebrado el equilibrio económico de nuestras sociedades sino que, por otra parte, siempre ha sido un engañoso compañero de camino.
• El ser humano está configurado para la satisfacción de unas necesidades que solo pueden darse en el marco de las relaciones presididas por el amor.
• Los bienes materiales solo facilitan el acceso a estos regalos.
• De modo que, educar en austeridad, es hacerlo en el reconocimiento de lo que es necesario y superfluo.
• Es educar en la valía de las personas y no de los objetos.

Muchos acampados no saben lo que significa esa palabreja tan rara; austeridad suena a cosas que dicen en las noticias, y poco más. Esa ha sido la primera pregunta de catequesis, ¿qué es austeridad? ¿qué no es austeridad? Y el objetivo de todo el día, relacionar la austeridad con el agradecimiento por las cosas (NO es pensar que las cosas son malas y por eso hay que prescindir de ellas).

¿Qué cosas creías que necesitabas y el campamento te ha demostrado que no? ¿Puedes vivir sin móvil? ¿Necesitas ir al colegio en el mejor coche para ser feliz?
Austerdad es priorizar. Saber qué es lo que necesitas, y qué es superfluo y puede ser sustituído por cosas más importantes. Asterix y obelix viajaban de una punta a otra del mundo con lo puesto. En su mochila, sólo necesitaban amistad, valentía, humildad, alegría..., la mirada puesta en Dios, y el andar ligero.